El complejo

Las instalaciones del Complejo Montebola están exquisitamente preparadas para acoger todo tipo de celebraciones: Bodas, comuniones, bautizos, congresos, convenciones, convivencias, desfiles, comidas y cenas de trabajo, despedidas de soltero/a, celebración de cumpleaños infantiles, comidas o cenas familiares y amigos… todo ello en nuestro interior o zona exterior de césped y con un servicio profesional garantizado.

Además disponemos de amplias terrazas para disfrutar de música ambiental. (Todas las instalaciones perfectamente climatizadas)

CAFETERÍA: Abierto de lunes a sábado de 7:00 de la mañana a cierre. Domingos de 9:00 de la mañana a cierre. En ella podrá tomar desayunos, tapas, raciones y refrigerios en general.

RESTAURANTE: En el Restaurante Montebola, con capacidad para 80 personas, podrá disfrutar de nuestros «menús del día», «menús especiales» y de los más deliciosos productos de Extremadura.

Amplia y variada carta en pescados y mariscos frescos, de 1ª calidad, excelentes carnes rojas, embutidos regionales con denominación de origen, asados de cabrito, cordero, cochinillo… Exquisiteces que podrá acompañar con un buen caldo de nuestra tierra o del país; Nuestra bodega contiene entre sus vinos, los mejores de la geografía nacional, dignos de los más exigentes paladares.

Y para cerrar una agradable comida o cena les ofrecemos también una extensa variedad en repostería. Nuestros expertos en esta materia les permitirán degustar los más deliciosos postres caseros. No se vaya sin probarlos.

Con esmero y atención captamos los gustos de nuestro público, para no defraudar sus apetencias. Menús especiales de la casa, paellas, arroces negros, arroz con bogavante o carabineros, legumbres… cualquier petición será bien atendida por nuestros profesionales en cocina nueva o tradicional.

EL ENTORNO: Gracias a nuestro emplazamiento podrá disfrutar de un clima único en temporada de verano.

Cenar en nuestras terrazas será un deleite para los sentidos de usted y sus invitados: por las frescas temperaturas que aquí se mantienen, por sus amplias zonas verdes y ajardinadas, por la relajación que reporta el escuchar una buena música ambiental, e incluso, si la noche es tranquila, las ninfas del bosque nos concederán oír el croar de las ranas o el canto de los grillos. Alicientes que contribuyen a que tomarse un respiro en tal singular paraje -apartado del bullicio de la ciudad pero a la vez tan cerca de ella- constituya un privilegio para el que nos visita.